domingo, 9 de septiembre de 2012

El arte del regateo


El arte del regateo es una costumbre muy arraigada en determinados países, especialmente asiáticos y africanos, donde los vendedores son auténticos expertos en la materia. Por contra, en los países occidentales, la negociación es algo a lo que no estamos familiarizados y que puede acabar convirtiendo nuestro viaje, si no tenemos precaución y habilidad, en una verdadera ruina para el monedero.

Recién llegada de mi último viaje a Marruecos donde he sufrido estos avatares, vengo dispuesta a plasmar en este post aquellos pequeños trucos y consejos que podemos, y debemos, tener en cuenta cuando decidamos viajar a este país en el que el regateo es todo un arte.

Aquí van mis pequeños consejos.
 

1.  SE REGATEA PRÁCTICAMENTE TODO. Uno de los principales problemas que se encuentra el viajero, es que no sabe cuándo debe regatear y cuándo no. Esta inseguridad hace que restrinjamos la negociación a las compras en zocos, por lo que en el resto de ámbitos estaremos, seguramente, siendo “estafados”. Debemos ir mentalizados de que en Marruecos se regatea prácticamente todo, desde el precio de un taxi, hasta el precio de la alfombra para la salita. Os puede servir la siguiente regla: los únicos precios que no se suelen regatear son los que están por escrito. Por ejemplo los precios de la carta de un restaurante, las tarifas de una autobús, etc, así que no tengáis vergüenza en regatear prácticamente todo y en cualquier situación.

2. PREGUNTAR SIEMPRE EL PRECIO ANTES. Es muy común que las prisas y los nervios nos jueguen una mala pasada en este aspecto y nos precipitemos a contratar un servicio o un producto sin preguntar antes el precio. Os pongo un ejemplo muy común: paramos un taxi y con la tensión y el calor nos montamos sin haber negociado el precio antes. En esta situación estamos perdidos, porque no tenemos armas para negociar, (no podremos amenazar con coger otro taxi porque ya estamos en carretera), por lo que en esta situación tendremos todas las de perder. Recordad: antes de comprar cualquier cosa o de utilizar cualquier servicio hay que preguntar y negociar el precio.

3. PACIENCIA Y COMPRAR CUANDO ESTEMOS DESCANSADOS. Este es el mejor consejo de todos. NO debemos nunca iniciar un regateo, especialmente si es una compra de valor, si estamos cansados, con prisa, hace calor y tenemos ganas de beber algo. Cuando iniciemos la compra debemos estar mentalizados de que será un proceso largo de negociación, por lo que si no estamos descansados o tenemos prisa, será mejor que dejemos la compra para otro día, antes de que se nos acabe la paciencia y terminemos pagando cualquier precio por el producto con tal de poder marchar.

4. INICIAR EL REGATEO CON UN PRECIO MUY, PERO QUE MUY BAJO. El precio del que partamos nos va a condicionar toda la negociación, por lo que nuestro primer precio es muy importante, ya que esta cantidad no la vamos a poder bajar, solo subir. El vendedor partirá de un valor muy alto y lo irá bajando, pero nosotros propondremos otro precio de partida que sólo podremos ir subiendo. Esto quiere decir, que debemos atinar con este primer precio, que debe ser muy, pero que muy bajo. Esto a los occidentales nos cuesta mucho psicológicamente, porque nos parece que al proponer un primer precio ridículamente bajo estamos estafando. Pero en realidad, no nos damos cuenta de que ese no será el precio final, es solo el precio de partida para la negociación. Como idea orientativa debéis tener en cuenta lo siguiente: el vendedor va a partir de un precio que es mayor del DOBLE de lo que verdaderamente vale el producto. Por tanto vosotros debéis comenzar con un precio que sea menor que la mitad del primer precio que os proponga el vendedor. Os pongo un ejemplo: cogéis un taxi en el aeropuerto y preguntáis antes de subir el precio, el taxista os dice 100 dirhams. En ese momento debéis de saber que el precio justo en realidad es menor que la mitad, es decir, unos 40 o 45 dirhams, sería un precio razonable y no deberías pagar nunca por encima de ese valor. Por tanto, podéis comenzar el regateo proponiendo unos 25 o 30 dirhams. El que finalmente logréis bajar más o menos dependerá de vuestras habilidades negociadoras.

5. HACER USO DE TODAS VUESTRAS ARMAS PARA EL REGATEO. El vendedor propondrá un primer precio y vosotros otros, él empieza a bajar y vosotros a subir, sin perder de vista nunca el precio que verdaderamente sabéis que es el justo y del que NUNCA DEBÉIS subir. ¿Pero qué armas se pueden usar para el regateo?. Pues la más típica es amenazar con marchar y comprar en otro sitio, es más, podéis y debéis hacer un “amago” de ello. Utilizando el ejemplo anterior, preguntáis precio al taxi más cercano, esto supone una amenaza para vuestro taxista que inmediatamente bajará precio por miedo a perder el cliente. No tengáis vergüenza en utilizar todas estas artimañas para lograr una buena compra. Tened en cuenta una cosa: vosotros estáis intentando “estafar” al vendedor, pero no tengáis pena, porque el vendedor, (que es más hábil), también está intentando estafaros a vosotros.

6. INTERCAMBIA PRODUCTOS DE SEGUNDA MANO. En alguna ocasión yo he comprado algún producto en Marruecos intercambiando algún producto usado. En concreto recuerdo una ocasión en que me compré unas chanclas nuevas cambiándolas por otras que llevaba puestas y de las que me quería deshacer. Por tanto, debéis echarle imaginación y asumir que estáis en un país culturalmente diferente, donde podéis utilizar fórmulas de negociación que en un país occidental serían impensables. 

7. ABORTAR LA COMPRA SI NO LLEGAS A ACUERDO. Si finalmente no llegamos a acuerdo podemos abortar la compra, no tenemos porqué sentirnos obligados a adquirir el producto si finalmente no estamos satisfechos con el precio.

8. INVITACIÓN A TÉ. Es habitual que cuando vayamos a comprar productos de precio elevado, (como alfombras), el vendedor nos haga pasar a su tienda y nos invite a té. No pasa nada por aceptar la invitación aunque finalmente no compremos.

9. SÓLO REGATEA LO QUE QUIERES COMPRAR. Si verdaderamente no tienes intención de adquirir un producto es mejor que no hagas “amagos” de iniciar un regateo. 

10. LOS PRECIOS APALABRADOS SE CUMPLEN. Hay gente que se pone muy nerviosa, porque aunque haya llegado a un acuerdo verbal en el precio, una vez que se sube al taxi cree que el final del trayecto le van a estafar, puesto que no hay nada  por escrito. Pues tranquilos, los acuerdos verbales a los que se llegan una vez termina el regateo, son CASI SIEMPRE RESPETADOS. Podemos decir, que en este sentido, los marroquís siempre cumplen su palabra.

11. ES UN JUEGO. Y eso debe seguir siendo. El regateo es una cuestión cultural y como tal debéis de verlo y respetarlo. Hay gente que se cabrea y se enfada porque considera que le están estafando, pero debéis abrir la mente y daros cuenta de que no deja de ser un juego. Disfrutadlo.
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario