sábado, 25 de agosto de 2012

Hasta siempre Bembé

Con él empecé mi blog y no fue por casualidad. Aquel restaurante cubano del que me enamoré a primera vista, aquel Bembé mío y de tantos otros, aquella islita cubana en mitad de Gijon, cierra sus puertas, y lo hace después de 12 años de actividad.

Ahora llega el turno de los recuerdos, de la nostalgia, de la añoranza por tantos y tantos momentos vividos, tantos sueños compartidos y tantas historias imposibles.

Se va el Bembe y con él un pedacito de mi alma que queda huérfana de historias, de aventuras y de personajes. Allí dejo recuerdos imborrables, momentos inolvidables, amigos eternos y todo un trocito de vida que quedará guardado para siempre en mi memoria.
 
La vida sigue, no hay duda, pero ya no lo hará igual para todos aquellos que llorabamos las penas y reíamos las alegrias entre las bambalinas del Bembé.
 
Aquel sueño que comenzaba hace ahora 12 años llega a su fin y ya solo queda agradecer a Alex su paciencia y dedicación, su cariño y su amistad, pero sobre todo su capacidad de seguir luchando por sueños imposibles que nunca morirán.
 
¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Gracias Bembé

 

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